Esta
mañana ante el frío de la noche, ante la helada, recogí del suelo una estrella
que cayó triste y desolada, no contenía brillo, ni luz, ni esperanza.
- ¿Qué te ocurre estrella divina que
tu tristeza a mis ojos ternura reclama? -pregunté.
- ¡Se ha apagado la noche y vine a
verte a estas horas en calma!
- ¿Qué deseas de mí, estrella apagada?
- Vengo a entregarte el beso que
antes de dormir me dejo en levedad tu amada.
La mañana era oscura y fría, recogí
de sus labios el beso de mi amada.
la estrella regreso al cielo a
brillar en la noche no estrellada.
Ahora en la soledad pienso en ti y
acaricio mis labios sabiendo que de ti me dejo el beso la estrella triste y
desolada, la que no contenía brillo, ni luz ...ni esperanza.